Sábados de 4:00 p.m. a 5:00 p.m.
No sólo [el Sacramento de la Penitencia] nos libera de nuestros pecados sino que también nos desafía a tener el mismo tipo de compasión y perdón por aquellos que pecan contra nosotros. Somos liberados para perdonar. Obtenemos una nueva comprensión de las palabras de la Oración de San Francisco: "Es perdonando como somos perdonados".
Jesús confió a la Iglesia el ministerio de la reconciliación. El sacramento de la Penitencia es el don que Dios nos hace para que cualquier pecado cometido después del Bautismo pueda ser perdonado. En la confesión tenemos la oportunidad de arrepentirnos y recuperar la gracia de la amistad con Dios. Es un momento santo en el que nos ponemos en su presencia y reconocemos honestamente nuestros pecados, especialmente los mortales. Con la absolución, nos reconciliamos con Dios y con la Iglesia. El Sacramento nos ayuda a permanecer cerca de la verdad de que no podemos vivir sin Dios. "En Él vivimos, nos movemos y existimos" (Hch 17,28).
~Del Catecismo Católico de los Estados Unidos para Adultos